Que la palabra se haga carne que
cubra los huesos que la injusta derrota provoca.
Que las cenizas construyan muros
que abracen la miseria y la rabia hasta olvidar el dolor.
Que los silencios a los que el terror precedió
sean música tierna para el futuro que se dibuja en las plazas.
Que sus entrañas cercenadas se recompongan
entre estrellas y lunas, iluminando el futuro de esperas.
Que el vientre de las madres y los hijos que se fueron
acoja el deseo de un mañana preñado de belleza.
Que mis ojos no olviden sus heridas y silencios,
que el tiempo no destruya este anhelo en la distancia.
cubra los huesos que la injusta derrota provoca.
Que las cenizas construyan muros
que abracen la miseria y la rabia hasta olvidar el dolor.
Que los silencios a los que el terror precedió
sean música tierna para el futuro que se dibuja en las plazas.
Que sus entrañas cercenadas se recompongan
entre estrellas y lunas, iluminando el futuro de esperas.
Que el vientre de las madres y los hijos que se fueron
acoja el deseo de un mañana preñado de belleza.
Que mis ojos no olviden sus heridas y silencios,
que el tiempo no destruya este anhelo en la distancia.