“Magia escrita”. Así definió Ángel Arqueros ayer, en la Biblioteca Villaespesa de Almería, los libros de El Gaviero. Sello a través del que Ana dio voz a “propuestas valientes y arriesgadas”. Volúmenes que son de todo menos libros convencionales, pero que ante todo son libros. Obras transgresoras en el fondo y en la forma que parten de fórmulas híbridas desafiando a los géneros literarios tradicionales.
Pequeñas piezas de coleccionista que no son sino una evolución de ‘Salamandria, revista literaria de Este Sur’, una publicación “transversal que bebía de todas las artes”, describió Isabel Giménez Caro, y cuyos veinte números -a cuál más insólito- merecerían una exposición.
El repaso a los proyectos que Santos regaló a la tierra del indalo se fundió con un recital a cargo de los autores Begoña Callejón, Ana Tapia, Juan Manuel Gil, Antonio García Curri, Germán Guirado, Juan Pardo Vidal y Raúl Quinto y Óscar Santos que, en grupos de dos y desde un atril iluminado con un único punto de luz, recuperaron fragmentos de libros tocados por la varita mágica de la Gaviera.