Al día siguiente, 13 de mayo, habrá otra presentación del libro en Enclave de Libros de Madrid (Calle Relatores, 16). Será también a las 19.30, en esta ocasión de la mano del novelista Ángel García Galiano y de la directora de la colección eme, Nuria Ruiz de Viñaspre.
La nada que parpadea es un poemario-relato elaborado con forma de laberinto (el escogido fue, tal vez por casualidad, el laberinto de Chartres), siguiendo una geometría fractal (que se aprecia en la ordenación repetitiva de sus cantos).
El argumento del libro es simple: La “vocera”, personaje protagonista, tiene una visión de la que intenta alertar a su pueblo pero, desgraciadamente, nadie la cree (pues ella es nada, y a ellos los pierde la fe en los satélites). Así que es en la trama donde la vocera irá descubriendo, revelando y (al mismo tiempo) desarrollando su verdad con la ayuda del lenguaje, en el libro representado como mercurio, que es el dios mensajero y de los oradores, pero también el de la astucia de los mentirosos. Mercurio, por otra parte, representa para la alquimia el alma y la conciencia y, como elemento químico que se divide y vuelve a la unidad, evoca lo uno y lo múltiple.