Por eso las presentaciones de los nuevos libros de la Colección Genialogías se harán por vía telemática, en dos fechas distintas: el martes 13 de octubre, a las 19.00 horas, se presentará El pájaro mudo, de Luz Pichel; y el 30 de octubre también a las 19.00 presentaremos La mano muerta cuenta el dinero de la vida, de Menchu Gutiérrez. En sendas presentaciones participarán, además de las autoras, las prologuistas de los dos títulos.
En la web de Genialogías y en nuestras Redes Sociales se irá informando puntualmente de los enlaces que permitirán la asistencia a estos eventos.
Como suele hacerse con los libros de la Colección Genialogías, al final de ambos aparecen además entrevistas a las autoras. En este caso, han sido realizadas por la periodista y poeta Isabel Navarro, una de las fundadoras de la Asociación Genialogías y actualmente vocal de su Junta Directiva.
Luz Pichel (Alén, Lalín, Pontevedra, 1947) es filóloga y catedrática de Lengua y Literatura españolas. Fue ganadora del Premio Internacional de Poesía Juan Ramón Jiménez en 2004 con su obra La marca de los potros; y del Premio Esquío de poesía en lengua gallega en 2006 con Casa pechada.
El pájaro mudo, editado ahora en la Colección Genialogías, fue su primer libro publicado. Aparecido en 1990, es un poemario –en palabras de Ángela Segovia– lleno de “ganas de que de él emerja un mundo”, “órganos y cuerpo en sí mismo”, que se puede leer “como partes y como todo”. Es esta última una característica, sigue Segovia, presente en todos los libros de la Luz Pichel.
Después de El pájaro mudo, la autora ha publicado, además de los títulos ya mencionados, la antología El pájaro mudo y otros poemas (2004), Tra(n)shumancias (2015) o CO CO CO U (2017), obra escrita originariamente en la variante del gallego hablada en la lengua de la autora y traducida al navero (habla local de Las Navas del Marqués) en la misma edición por Ángela Segovia.
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Es un tiempo de trenzas y de olor a castañas
que escapa de la infancia con los pechos erectos.
Es un temblor de niñas recogiendo volantes
niñas que oyen de más
que meten en el río la cabeza
y escuchan cabalgaduras de centauros.
Nunca sabrás si deshacer la trenza
si enseñarles hornadas de panes verdecidos
oscuros laberintos de yeguas sospechosas
cuando ya es tan tarde en la dehesa
y está cayendo escarcha
o fina soledad
en los ojos sin sal de los pequeños.
LUZ PICHEL, El pájaro mudo, Colección Genialogías, Tigres de Papel, 2020
Su poemario La mano muerta cuenta el dinero de la vida fue publicado por primera vez en 1997 en Ave del Paraíso. Se trata de una obra que, según Esther Ramón, hunde las manos “en las profundidades del pensamiento simbólico, del alcance más profundo y arriesgado de la escritura”; y en la que subyace “una entrega a la embriaguez de las palabras y de los sueños, a su sanación, a su veneno”.
Anteriormente, habían visto la luz los poemarios El grillo, la luz y la novia; Entregas de la Ventura (1981), De barro la memoria (1987) y La mordedura blanca (1989). Después: El ojo de Newton (2005) y Lo extraño, la raíz (2015).
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Y cuando tuve la estrella en mi mano
y remiraba las bayas
tan deseadas y tan blancas,
me enredé en la zarza luminosa.
MENCHU GUTIÉRREZ, La mano muerta cuenta el dinero de la vida, Colección Genialogías, Tigres de Papel, 2020.
La transmisión del patrimonio cultural debería ser un derecho fundamental de los pueblos y podría considerarse un acto político, puesto que el sentido etimológico de la palabra política es “de, para o relacionada con los ciudadanos”.
Con esta inquietud de transmisión cultural surge en 2015 la Colección de poesía de mujeres Genialogías . Lo hace de la mano de Ediciones Tigres de Papel y de la Asociación Genialogías, actualmente constituida por más de sesenta autoras españolas y latinoamericanas afincadas en nuestro país.
Todo empezó en 2013, en las primeras reuniones de la Asociación Genialogías en Madrid, en las que se hizo patente la escasa presencia de poetas mujeres en el canon literario español: las autoras de poesía de nuestra historia reciente prácticamente no existen para los libros de texto de la enseñanza primaria y secundaria, una ausencia que impide a profesoras y profesores transmitir esas voces a sus alumnos. Las obras de estas poetas tampoco están presentes —al mismo nivel que las de los autores— en librerías, bibliotecas, medios especializados, etc.
Para transformar esta realidad, e intentar cuidar así una valiosa parte de nuestro patrimonio, la Asociación Genialogías puso en marcha una colección de poesía destinada a recuperar grandes libros de poesía escritos por mujeres durante el siglo XX y principios del XXI.
El proyecto pudo arrancar gracias a una campaña inicial de micromecenazgo. En su marco, se han publicado ya diez títulos. En 2016, Los cuerpos oscuros , de Juana Castro, y Marta & María , de María Victoria Atencia. En 2017, Ítaca , de Francisca Aguirre; y Poemas de Cherry Lane, de Julia Uceda. En 2018 salieron los títulos El grito inútil , de Ángela Figuera Aymerich y Cobalto , de Esther Zarraluki. En 2019, se publicaron Mnemosine , de Dionisia García, y Los devaneos de Erato , de Ana Rossetti. Este año, y a pesar de todo, la Colección Genialogías aumenta su elenco de grandes autoras con El pájaro mudo, de Luz Pichel; y La mano muerta cuenta el dinero de la vida, de Menchu Gutiérrez.