Los brillos flotantes. 21 poemas de Pilar Fraile Amador

1 Mi durmiente bebe saliva de las moscas. Bebe del vientre
de los escarabajos mientras sueña con muertes estelares.
Con muertes-luz. Se viste con los miembros
de los cadáveres que el río trae a la orilla de su sueño.
Prueba unos ojos, otros y otros ojos de mirada oceánica.
 
 
 
2
Sobre manojos de ortigas descansa mi cabeza. Intento un
salto de insecto. Como creo que lo hacen los insectos y el
deseo cristaliza en mis arterias como una cría de serpiente.
Vientre alado con estrías. A tientas acaricio las paredes de
este hogar desconocido. Fértil pared de luz de los entierros.
Agarro mi vientre desde el aguijón hasta la pulpa. Como
insecto esclarecido sujeto tierna bilis y áspera memoria.
 
 
 
5
Mi durmiente sueña con su esqueleto flotante. Sus miembros
transparentes rodando por las copas de los árboles. Leves,
ascendentes, como en una melodía barata. Hecha para conmover
a los niños.
Sonríe con sus cartílagos tiernísimos. Saluda desde lo alto.
Desde cada lugar donde han ido a parar sus partículas de
materia celeste.
 
 
 
6
Debajo de las uñas, entre el vello más oculto tengo
memorias microscópicas. Como si fuera de goma estiro mis
muslos, hablo con sonidos desconocidos, me esfuerzo,
imito una sonrisa. Para ocultar mis minúsculas memorias
trinchera memorias paritorios a la intemperie memorias
marcas de la soga en la cerviz memorias madre amasando
pan madre tosiendo bajo las sábanas oscuras madre no
rezando.
 
 
 
12
Mi durmiente mira con asombro la piel de sus tobillos,
el vello virginal de sus muñecas. Mira sus dedos
que apenas saben agarrar los desconchones de la noche.
Mueve alas, cola, cerebro, aguijón de terciopelo, y se maravilla
del polvo estelar que levanta en medio de la calle.
 
Mi durmiente no se refleja en los espejos.

Sigue leyendo en http://www.vallejoandcompany.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *